En mi día a día, sea en el timeline de Facebook o de Instagram, soy testigo de reconciliaciones maravillosas, así como actualizaciones de estatus que reflejan más de lo que ahí se lee. Las palabras : “es complicado”, “relación abierta”, o “soltero” son bombas molotov que llegan a tu pantalla cuando ves a un amigo o familiar que lo coloca en su bio.
Sin pestañear, el torbellino de los Social Media nos trae más crisis existenciales, al imaginar cómo reaccionarán nuestros contactos en redes sociales ante un cambio en nuestro estado del corazón, que informarle a la abuela o círculo de amistades que hemos terminado con nuestro matrimonio, novio o el nombre que le asignemos. Tengo miles de contactos y cientos de conversaciones en redes sociales, entre colegas, familiares, alumnos, amigos, conocidos y… justo con esa base, llega el relato de hoy.
Debemos recordar que la vitrina en la que nos ubican las redes sociales hace que la gente te pregunte por “tu esposo“ cuando estás divorciada, porque no comunicaste sobre tu nuevo estatus. Lo digo porque lo viví de esa forma. Nadie entendía que tenía buen tiempo en el mercado de los solteros o en “el ruedo”, y me interrugaban por mensaje interno y chats… ¿que había pasado? O porqué no decía casada o divorciada en mi perfil; y sobre todo: si tú, nunca te quejaste del matrimonio cómo terminó en divorcio…
Lo importante fue, que rompí con el lugar común de quejarme del amor y los hombres para pasar a generar comunicación positiva. A veces, creo que me pasé de discreta cuando recuerdo que una gran amiga para cierta navidad, me mandó a felicitar a mi ex pareja por lo guapa que yo me veía. O los deseos de feliz cumpleaños o navidad con el combo completo.
Siempre he creído que una buena relación amorosa en privado, es mejor que un falso status de estabilidad digital por encima de todo. Así que decidí aplicarlo a mi vida y sin culpas .
Por ello les dejo aquí 4 claves para prevenir que te juzguen por tu ruptura ante tus contactos en redes:
1.- No exageres. Tanto si amas profundamente como si empiezas a desilusionarte, no lo comuniques en la red social que estés. El amor es corto pero el timeline y los recuerdos de Facebook, no perdonan.
2.- Tu red social eres tú. Así como en tu cédula no te ponen el apellido de casado o la foto con tu amorcito no lo hagas en el perfil de Facebook, twitter o instagram si quieres mantener una postura más imparcial. Si empiezas a ver problemas, opta por no poner fotos de perfiles con tu pareja (surte el efecto contrario). Y si, consideras que es necesario poner la foto de perfil de los dos profesando amor eterno para espantar a intrusos o dejar en claro que están en una relación… hay algo que viene mal.
3.- Paso a paso. No pidas a tu esposo, novio o novia que actualice su status y el clásico “en una relación” como prueba de amor. Te aseguro si te quieren ser infiel hasta con un GPS en el talón, te van a fallar u ocultar.
4.- Si abres la puerta de tu corazón en una red social estás visibilizando tus debilidades, anhelos y sueños no sólo a tus contactos sino a los contactos de ellos. Jefes, compañeros de trabajo, la tía metida y demás. ¿Los llamarías a media noche para desahogarte y llorar por tu desdicha? Por ello, mejor piensa antes de publicar.
Recuerda que nadie está tan triste ni tan feliz como lo publica. Los seres humanos somos una gama de emociones y los absolutos no existen. Así que no te martirices por la extrema felicidad ajena o por lo gris de tu vida sentimental, vendrán mejores épocas. Eso te lo aseguro.
Siempre existirá el espacio para que tú decidas qué y cuándo anunciar, y si realmente vale la pena exponer tu vida a cientos contactos. Sin embargo, si eliges comunicar cada parte de tu historia deberás tener la paciencia para contestar sus preguntas y el buen humor cuando no quieras decir nada, al final un solo click bastará para cerrar el tema.
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